Biblioteca Popular José A. Guisasola





Micaela tenía los ojos fijos en un dedo de cada mano.

—Nena, ¿se puede saber qué hacés? —le preguntó la madre después de media hora—. No es que me quiera meter, pero me parece importante que las madres y las hijas hablen entre sí.

—Estoy tratando de hacer lo que nos dijo la seño —respondió Micaela—. Nos explicó que para saber qué hay dentro de un libro hay que mirar el índice, pero yo me estoy mirando los índices hace horas y de libros no veo nada.

—¡Pero no, Mica! Es otro índice el que tenés que mirar.

—¿Cuál, mami? Porque solamente tengo dos, el de la mano derecha y el de la izquierda. Ah, se me ocurre una idea. A lo mejor los pies también tienen índices.

—No, no tienen.

—Bueno, pero algo tienen que ver con los libros, porque la seño nos dijo que muchas veces en las páginas se ponen notas al pie.

—Sí, Mica, pero eso quiere decir que se pone una nota al pie de la página.

—Mami, en los libros que yo conozco nunca vi que las páginas tuvieran pies. ¿Los libros de los grandes tienen? A ver, mostrame alguno de los tuyos. Quiero ver si los pies de los libros andan descalzos o si usan zapatos.

—Mica, los libros no tienen pies. Los de los grandes tampoco.

—Y si no tienen pies, ¿me querés decir cómo le ponen notas al pie?

—No le ponen notas al pie. Cuando se habla de un libro, nota al pie quiere decir que se pone una nota al final de la página.

—A nosotros la seño nos pone una nota en las pruebas solamente, no nos pone notas en cada página del cuaderno.

—Mica, esas son otra clase de notas que la maestra pone para evaluar.

—¿Quién es Eva Luar, mami?

—Qué sé yo quién es. No la conozco.

—Pero dijiste que la seño pone notas para Eva Luar. A lo mejor es una amiga de ella, pero como sabés el nombre pensé que la conocías.

—¡No, Mica! Para evaluar quiere decir para estimar lo que aprendieron.

—Ah, por eso a veces nos dice “estimados alumnos”, porque se lo pasa estimando lo que aprendimos.

La madre de Micaela se dio media vuelta y salió de la habitación, cuando escuchó:

—Mami, ¿qué hacés?

—Nada, nena. Me voy a quedar un rato con la boca cerrada. Me parece importante que las madres y las hijas estén en silencio.


FIN




Son muchas preguntas y todas juntas
Adela Basch; ilustraciones, Perica.
Colección: Ala delta. Serie azul
Edelvives, 2009


Para preguntas curiosas, ¡respuestas desopilantes!

Hay preguntas que tienen respuestas claras. Si alguien nos dice cómo nos llamamos o dónde vivimos, todos sabemos qué responder. Sin embargo, los protagonistas de estos cuentos no tienen preguntas tan sencillas: ¿por qué se llama “plato del día” a algo que comemos de noche? ¿A alguien que “no tiene palabras” hay que regalarle un diccionario? Este libro tiene algunas respuestas desopilantes para esas preguntas que vienen todas juntas.

Índice
Introducción
- Estimados alumnos
- Un diccionario de regalo
- Aborígenes privados
- La reina de las plantas
- Hojas rayadas
- El tiempo hablará
- Giro obligatorio
- Árboles y papeles.


Visto y leído en:
https://www.7calderosmagicos.com.ar/Druida/Cuentos/Basch/estimadosalumnos.htm
https://www.edelvives.com.ar/sl/Catalogo/p/son-muchas-preguntas-y-todas-juntas

"Argentina crece leyendo"


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